- Sus oponentes porque saben que va a la cabeza y se desesperan
Cuando la desesperación comienza a apoderarse de los contrincantes de Álvaro Soto, las mentiras se convierten en sus mejores armas, porque saben que es el que va a la cabeza, el que logra reunir mayor asistencia en sus actividades, el que arranca sonrisas y buenos comentarios entre la población, el candidato a vencer.
En Amatlán, el candidato del PAN-PRD comprobó una vez más cómo sus oponentes se valen de la injuria y la sinrazón para tratar de jalar agua para su molino, porque son sus mismos amigos, sus simpatizantes, los que se lo dicen y a la vez se comprometen a brindarle el apoyo a través de su voto el próximo 4 de junio.
Sin embargo, son esos ataques los que fortalecen a Álvaro Soto, quien se encamina a una inminente victoria por representar la mejor propuesta, la de un profesionista joven que sabe cómo manejar de manera correcta los recursos públicos, que jamás traicionaría a su gente por una ambición personal.
Votar por Álvaro Soto significa también impulsar a un aspirante que mira de frente, que da la mano, que sabe escuchar y ofrecer soluciones, que se vale de su trabajo y no se cuelga de falsos caudillos, que es miembro del partido que está saneando a Veracruz de la corrupción y que tiene bien puestos los pies en la tierra.