Por Juan Carlos Francisco Espinoza
Xalapa. Ver.- El Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLE), lejos de hacer valer la democracia de los veracruzanos, ha dado muestras de satisfacer caprichos de ciertas figuras políticas que por muchos años han vivido de los cargos públicos y de las prerrogativas de los partidos, para esto, violentan y tuercen la Ley en materia electoral a fin de lograr su cometido.
Desde luego, esto no es nada nuevo en la política que predomina dentro del modelo económico de nuestros tiempos, y que de una u otra forma se busca poner en los puestos del gobierno a personas que contribuyan a la injusta distribución de la riqueza nacional, marginando aún más, a las familias de escasos recursos, y por tanto, beneficiando a los grandes capitalistas, a aquellos que son dueños de los medios de producción o grandes empresarios, y dejando en el abandono total a quienes crean la riqueza con su fuerza de trabajo, a las clases trabajadoras.
Un ejemplo de esta situación, es la actitud que está tomando el OPLE derivado de presiones políticas para posicionar, en las diputaciones plurinominales, a gente allegada a Héctor Yunes Landa, excandidato al gobierno de Veracruz, exsenador de la república y actualmente diputado federal. Este personaje del priísmo veracruzano, pactó alianzas con el Partido Verde ecologista para la asignación de una diputación para su hija, Andrea Yunes Yunes; no conforme con esta posición, busca ahora, acomodar a su compadre y amigo íntimo, Jorge Moreno Salinas, con una diputación plurinominal a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Figuras totalmente desconocidas, sin compromiso con los veracruzanos y, por tanto, desconocedores de la problemática social.
Las autoridades electorales de Veracruz, olvidan que los tiempos requieren en los puestos del gobierno, de hombres y mujeres conocedores de la situación del estado, de los males que aquejan a los distintos sectores, y desde luego, que tengan iniciativa de contribuir en un cambio social a través de propuestas que den mejores condiciones de vida, en sí, de verdaderos conocedores de la política y no de gente improvisada