“Agradecerles a todos que de alguna forma con sus oraciones o haciendo llamadas a las autoridades competentes, que gracias a ellos se agilizó la búsqueda y gracias a toda la gente que oró por nosotros”
POR: SAMUEL HERNÁNDEZ REYES
Tuxpan, Ver.- “Nunca perdimos la esperanza nosotros y la confianza de que nos iban a buscar y encontrar, platicábamos cuando teníamos un ratito y de vez en cuando una risa, pero nadie lloró, nadie se desesperó, todos tranquilos ahorrando energías por si no nos rescataban ese día”, así narra Justino Olguin Cruz, biólogo de 55 años de edad lo vivido tras naufragar en las costas veracruzanas del Golfo de México producto del hundimiento del barco Yellowfin.
El profesionista egresado de la Universidad Veracruzana (UV) narró que el pasado miércoles, día del hundimiento del Yellowfin, navegaban por la zona de Laguna Verde sin contratiempo alguno cuando el barco comenzó a ladearse sin que los tripulantes se dieran cuenta y minutos después se hundiera en su totalidad.
El esposo y padre de dos hijos, primer integrante del Yellowfin de quien sus familiares comenzaron la búsqueda tras las horas del hundimiento de información de lo sucedido y de su persona, expuso que el barco iba cargado con su combustible necesario, el hielo y que en las aguas por las que navegaban no se dejaba sentir una marejada intensa que provocara el naufragio.
“No había marejada como para que se hubiera hecho de lado, íbamos normal, navegando normal, no había mucha marejada como para que eso hubiera sido la causa, nada más de repente se fue yendo a babor, inclinando o escorando como se dice acá, por lo que le avise al de la guardia yo”, refirió el biólogo integrante del Programa Nacional de Aprovechamiento del Atún y Protección de Delfines que controla la Conapesca.
Justino Olguin Cruz; padre de María y Carlos, así como esposo de Zenaida Cruz Pérez, quienes tras el naufragio del Yellowfin y su familiar, se aferraran a la esperanza y Dios para que el biólogo fuera rescatado con vida; dijo a Tuxpan Informativo en entrevista exclusiva vía telefónica que tras comenzarse a hundirse el barco notificó a Raymundo Hernández Arenas quien estaba de guardia por lo que de inmediato bajó y notificó al capitán Akenaton Domínguez Ruiz.
Mencionó que cuando bajaron el barco tenía el agua casi en la totalidad de los controles, por lo que ya no se pudo hacer nada en busca de mantenerlo a flote y evitar su hundimiento, todo ello a pesar de que apagaron los viveros que llevan funcionando en busca de ahorrar energía, pero el navío no pudo enderezarse y al contrario mantuvo su inclinación rumbo al hundimiento que fue rápido.
El biólogo, originario de Paso del Norte perteneciente al municipio de Tamiahua en el Norte de Veracruz, contó que mientras el barco se inclinaba aprovecharon a ponerse los chalecos salvavidas que fue lo único a que les dio tiempo y esperaron en el navío con la esperanza de que no se hundiera en su totalidad, pero al ver que esté ya era succionado por el mar los siete tripulantes se lanzaron a las frías aguas del Golfo de México tras las temperaturas que se dejaban sentir en la zona.
“Cuando de plano vimos que iba más inclinado y que se iba hundir nos lanzamos al agua para que no nos jalara el mismo barco al agua y al fondo del mar”, describió el biólogo en torno al hundimiento del Yellowfin al decir por el se encontraban cerca de laguna verde.
Dejó claro que no había pescado toda vez que salieron de Tuxpan la tarde del pasado martes 16 de febrero y se dirigían a comprar carnada a un lugar conocido como La Barranca, para posterior dirigirse a la pesca del atún a la que no llegaron tras el hundimiento del Yellowfin.
“Saltamos y agarramos unos aros salvavidas, uno de esos aros llevaba un cabo largo y de ahí nos amarramos todos para no separarnos”, detalló el biólogo marino quien siguió contando que al encontrase a la deriva llegó la noche y fue cuando la marejada, el norte y las bajas temperaturas se intensificaron sin que los encontraran ese día del hundimiento el pasado 17 de febrero aproximadamente a las 14:00 horas.
Olguin Cruz relató que producto de las horas de andar a la deriva en las aguas del Golfo de México su compañero de tripulación Guillermo López Olmos, comenzó a desesperarse y su estado de salud a complicarse, además su estado de ánimo por lo que se puso mal e intento quitarse el chaleco salvavidas y les pedía que lo dejaran morir.
“Un avión de la Marina, pasó el mismo día del naufragio, pero no nos vieron, no nos localizaron, pero nosotros si la vimos al igual que una lancha que andaba por la zona, pero tampoco nos vio, pero al final fue un avión de la Marina la que nos localizó y ellos nos rescataron”, comentó el profesionista e integrante de la tripulación del barco pesquero.
Comentó que tras ser rescatado el escuchó que fue cerca de la zona conocida como El Farallón, que se sabe pertenece a Alto Lucero de Gutiérrez Barrios, además contó que tras caer al agua la marejada los arrastró aproximadamente 7 kilómetros a la zona del Norte.
“Una embarcación especial de la Marina, para marejadas, fue la que nos rescató de ahí nos llevaron al hospital naval, tras bajarnos en un muelle cercano al propio hospital porque nos subieron a la ambulancia y no tardamos en llegar”.
Expuso que fueron horas complicadas producto del naufragio sobre todo en la noche, cuando se preocuparon más toda vez que se dejaba sentir el frío, por lo que todos se juntaron en busca de trasmitirse calor y buenas vibras.
Tras el naufragio y el rescate Justino Olguin Cruz, biólogo e integrante del Yellowfin destaca que se requiere estar más preparados para ese tipo de sucesos, por lo que se exhorta a que en una situación se busquen las señales luminosas o de humo, toda vez que tras hundirse el barco y ellos irse al mar, los buscaron, pero no los vieron en las primeras horas, pero de haber contado con ese material otro resultado se habría poder visto, dejando claro que si contaban en el barco con esos productos de señalización pero por el momento no los tomaron.
El biólogo integrante del Programa Nacional de Aprovechamiento del Atún y Protección de Delfines que controla la Conapesca, por 25 años, recomendó a sus compañeros del sector pesquero que en un caso de hundimiento o naufragio se enfoquen en tomar el chaleco salvavidas, la balsa si pueden quitarla o les da tiempo y sobre todo las señales, que pueden facilitar un rescate y son factores para ser encontrado más rápido o de sobrevivir un suceso como el que enfrentaron el y sus seis compañeros tras hundirse el atunero Yellowfin.
“Agradecerles a todos que de alguna forma con sus oraciones o haciendo llamadas a las autoridades competentes, que gracias a ellos se agilizó la búsqueda y gracias a toda la gente que oró por nosotros”, mencionó el Justino Olguin Cruz el biólogo del Yellowfin que a esta hora ya fue dado de alta del hospital en el que estaba internado, pero se espera que sea hasta mañana cuando sean traídos a Tuxpan.
Akenaton Domínguez Ruiz es el capitán que navegaba al Yellowfin, con el iban el biólogo Justino Olguin Cruz, Raymundo Hernández Arenas marino, Carlos Arturo Melara embazador, Ricardo Zepeda Sánchez motorista, Rene Domínguez Ruiz marinero y Guillermo López Olmos, este último se recupera y salió de la terapia intensiva en donde fue internado tras unos días producto del naufragio y que su condición de salud se vio afectada, pero es reportado estable a esta hora tras el rescate realizado por elementos de la secretaría de Marina Armada de México, , dependencia a la que todos los tripulantes dan las gracias por rescatarlos con vida.