Además de sus desplantes declarativos, la diputada en cuestión lanzó unas mentiras del tamaño del mundo. Y es que se atrevió a decir que si el municipio no ha ampliado su número de elementos se debe a que sus diputados, -los del partido en el que él milita, Morena-, eliminaron todos los fondos federales. Y añadió: “¿Sí se acuerda que lo dijimos, y mucho, que si recortaban estos fondos en materia de seguridad no tendrían los municipios presupuesto para contratar más policías, para pagar sus nóminas, para dotarlos de mejor equipo”?
Se entiende que la diputada en cuestión apenas asumió la diputación federal y no ha tenido tiempo de enterarse de los temas federales que le corresponden. Pero debería apurarse para no desatinar tanto.
Los fondos federales en materia de seguridad se mantienen y se han incrementado en este sexenio. Sólo que ahora se programan y se manejan con mayor eficiencia. Nuestro estado y muchos municipios siguen recibiendo montos para mejorar sus sistemas de seguridad pública, “contratar más policías y dotarlos de mejor equipo”, así como mejorar su capacitación. Lo de pagar sus nóminas es un mero añadido declarativo, pues nunca los fondos federales han tenido como propósito ese rubro, del que se deben hacer cargo inexorablemente los municipios.
La diputada Gamboa, como amiga muy cercana que era de Jorge Winckler, debió haber conversado con él más sobre los fondos del FORTASEG destinados al puerto de Veracruz y saber que, durante este sexenio, el de la Cuarta Transformación que tanto abomina, este municipio veracruzano siguió recibiendo fondos del FORTASEG en 2019 y 2020.
El primer año de esta administración, el municipio gobernado por Fernando Yunes recibió 16 millones 695 mil pesos, que fueron usados en su mayor parte para construir un edificio, comprar vehículos y vestuario y prendas de protección. Ello de acuerdo al plan solicitado por el edil y firmado en convenio con las autoridades federales. En 2020, ese municipio recibió 15 millones 012 mil pesos. Cabe señalar que fueron pocas las acciones para mejorar la certificación y capacitación de más policías. Mientras en Xalapa se certificaban 150 policías en ese año, en Veracruz la meta fue de 60 pero ningún policía logró certificarse.
Ahora bien, en 2021 la función que se venía ejerciendo a través del FORTASEG se trasladó al Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios, FORTAMUN, del cual los municipios tienen la obligación de ejercer cuando menos el 20 por ciento en seguridad pública.
El municipio de Veracruz ha sido de los más privilegiados en la recepción de estos fondos, dado que su distribución se calcula en función de la población, criterio establecido en la Ley de Coordinación Fiscal. Pero el monto general a repartir ha venido creciendo. Por ello observamos que, si bien este municipio veracruzano en 2018 recibió 364 millones 303 mil pesos, en 2021 está percibiendo 416 millones 823 mil pesos, esto es, 14% más que en la época de Miguel Ángel Yunes.
De este monto debería dedicar por lo menos 83 millones a diversos rubros de la seguridad pública. En el portal oficial de Veracruz-puerto el alcalde Yunes Márquez informa que “para 2021, sólo se contó con recurso municipal de 43 millones 481 mil 178 pesos.” Este supuesto “recurso municipal” no lo es tanto, dado que proviene precisamente del FORTAMUN, pero al cual le faltan por lo menos 40 millones de pesos para llegar al 20% señalado arriba.
De tal manera que tanto la diputada Gamboa como el alcalde Yunes quieren hacerse las víctimas a partir de la reubicación de las funciones del FORTASEG en FORTAMUN, ocultando que ahora los municipios cuentan con mayores recursos en materia de seguridad pública, incluido el H. Ayuntamiento de Veracruz.
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