Por: Samuel Aguirre Ochoa
A más de 100 días de gobierno, la administración que encabeza el Ing. Cuitláhuac García Jiménez no ha elaborado aún el Plan Veracruzano de Desarrollo (PVD), documento necesario para llevar a cabo un diagnóstico preciso de la situación económica y social en la que se encuentra el estado; diagnóstico, que permita diseñar las líneas de acción en los distintos ámbitos de la vida de los veracruzanos, poniendo especial énfasis en los problemas más graves que aquejan a la población. Este plan es de vital importancia porque debe ser el eje rector de las acciones de gobierno, porque en él deben establecerse no solo las medidas a seguir, sino también las metas a alcanzar en cuanto a crecimiento y desarrollo a lo largo y ancho del estado durante los 6 años de la administración.
El 14 de marzo pasado, la jefa de la Oficina de Programa de Gobierno, Doctora Waltraud Martínez Olvera, anunció que el próximo 1 de abril el gobernador del Estado entregará al Congreso del Estado el PVD, quien, conforme a la Ley de Planeación del Estado, tendrá un plazo de 2 meses para estudiarlo y aprobarlo. De ser así, estamos hablando que dicho documento estará listo para fines de mayo y, por tanto, podrán afinarse las partidas del presupuesto estatal, las áreas de gobierno podrán elaborar sus programas operativos anuales y ponerse a trabajar en la solución de los graves problemas que aquejan a los veracruzanos, en lo que se refiere a infraestructura carretera y de caminos rurales, hospitales y centros de salud, infraestructura educativa, reservas territoriales para resolver problemas de vivienda, construir sistemas de agua potable, electrificaciones, programas de apoyo al campo, etc.
Si bien les va a los veracruzanos, hasta el próximo mes de junio las dependencias encargadas de hacer obras y acciones estarán en condiciones de iniciar los programas de gobierno, si es que se apegan a la Ley de Planeación recién reformada el pasado 28 de diciembre. El presupuesto que ejercerá el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez en 2019 rebasa los 128 mil 300 millones de pesos, 11.4% más que en el 2018, último año de la administración de Miguel Ángel Yunes. Los cambios y adecuaciones que solicitó hacer el Ejecutivo estatal al presupuesto fueron aprobados por el Congreso del Estado el pasado 27 de febrero.
Dinero para hacer obra pública sí habrá, ahora falta ver la capacidad de trabajo de los funcionarios, la honradez con que se conduzcan y que tan incluyentes serán a la hora de formular los programas de gobierno, si tomarán en cuenta las necesidades reales de los pueblos y colonias, independientemente de quien las solicite o asumirán una actitud sectaria de favorecer solo a los grupos afines al partido en el gobierno. El ingeniero Cuitláhuac se encuentra ante la disyuntiva de pasar a la historia como un gobierno plural, que sume a las diversas fuerzas organizadas que buscan el bien de los veracruzanos, o, por el contrario, ejercer un gobierno cerrado, de favorecer solo a sus incondicionales, utilizando los recursos con fines clientelares.
Las cosas están muy difíciles en el estado desde el ángulo que quieran verse, la pobreza y el desempleo se han incrementado, lo mismo sucede con la inseguridad; hay desabasto en los hospitales y centros de salud, las carreteras y caminos están destrozados, falta infraestructura educativa y maestros en muchas escuelas; hace falta agua potable, luz eléctrica, pavimentos y drenaje en infinidad de lugares que dignifiquen las condiciones de vida de miles de familias; instalaciones deportivas etc. El gobierno federal privilegió los programas de transferencia económica directa, es decir, dar dinero en efectivo a la gente a través de diversos programas, pero eliminó el ramo 23 del presupuesto de egresos de la federación, fondo que se utilizaba para la realización de este tipo de obras, que son indispensables en las comunidades y las que benefician durante mucho tiempo a la gente.
La organización a la que pertenezco, el Movimiento Antorchista, ha dado la directriz a todos los vecinos de los pueblos y colonias en los cuales hace trabajo, de que hagan las respectivas solicitudes de sus necesidades dirigidas a las instancias de gobierno correspondientes, para que sea la gente de carne y hueso de cada lugar quien haga la gestión de sus necesidades y, de esa manera, hacer a un lado la falsedad que ha venido manejando el Presidente de la República, de que “la Antorcha mundial” como despectivamente nos llama, es una organización intermediaria y que sus líderes se quedan con moches. A la par, el Comité Estatal hizo una recopilación de todos esos asuntos con lo cual elaboró un pliego petitorio de los militantes antorchistas en todo el estado, pliego que ya fue entregado en la oficina del Gobernador.
El Comité Estatal del Movimiento Antorchista ya sostuvo una primera plática con el Gobernador y le hizo mención de este pliego petitorio. Dejó claro su planteamiento sobre la necesidad de que sean atendidos los asuntos de los pueblos y colonias organizados en dicho movimiento, sobre la necesidad y la justeza de los mismos, la legalidad de las peticiones, basadas en el artículo octavo y noveno de la Constitución Política del país. Precisamente por eso está muy al pendiente de los tiempos del Plan Veracruzano de Desarrollo, de la elaboración del presupuesto del estado y del plan de obras de las dependencias. Esperemos que el Ing. Cuitláhuac García Jiménez ponga en práctica un gobierno plural e incluyente, como corresponde a todo gobierno democrático. Es lo que más conviene a Veracruz.