Por: Samuel Aguirre Ochoa.
El pasado miércoles 17 de julio, en un mitin que los antorchistas realizamos frente a Palacio de Gobierno en Xalapa, exprese que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y los funcionarios de su gabinete no están atendiendo las demandas que los pueblos y las colonias están planteando; que hay una política de puertas cerradas, de falta de atención, de cerrazón e incluso de represión policiaca en contra de los ciudadanos; dije también que se pretende conculcar el derecho de gestión y libre manifestación que tenemos los mexicanos, que quiere deshacerse de la responsabilidad legal de dotar de servicios a las comunidades, a pesar de que maneja el dinero de los impuestos de los veracruzanos.
Mencioné que dicha actitud no es nueva, que, por el contrario, es típica de todos los gobiernos opresores a lo largo de la historia de la humanidad, que al estar al servicio de las clases dominantes ven en los trabajadores a una clase a la que hay que mantener trabajando con lo estrictamente necesario para subsistir, aunque estén muriendo debido a la pobreza. Sin embargo, las clases trabajadoras han venido avanzando en la conquista de derechos a base de lucha y que tendrán que seguirlo haciendo.
Por tanto, los antorchistas iniciábamos con una serie de movilizaciones para denunciar está actitud ante la opinión pública del estado, que irán incrementándose en número cada vez más hasta obligarlo a atender las necesidades de la población, o bien, desenmascararlo como un gobierno insensible, que no está gobernando para los pobres de Veracruz como lo dice de dientes para afuera, que lo está haciendo como lo hicieron las anteriores administraciones al servicio de intereses oscuros y facciosos.
Hicimos nuestra marcha pacífica, nadie se dignó en atendernos, han pasado ya varios días y se ha mostrado una indiferencia total; se redujeron a intervenir con algunos medios de comunicación tratando de minimizar y desvirtuar nuestra movilización como fue el caso de La Jornada Veracruz, propiedad del primor Ranulfo Márquez Hernández, quién fue recompensado con un empleo para su hijo en el Orfis. Lo que confirma la aseveración de que este gobierno no atiende las demandas del pueblo trabajador.
Solo ha título de ejemplo, mencionaré algunas de las demandas que se presentaron en el pliego petitorio entregado al Ing. Cuitláhuac García Jiménez en febrero pasado, podemos observar que todas son demandas colectivas de beneficio común y que en ningún momento se le está pidiendo un centavo partido por la mitad en efectivo tal como lo afirmaron algunos de sus panegiristas: asfaltado del tramo carretero Zapotal San Lorenzo-Tantoyuca y construcción del drenaje sanitario en la colonia Unidad Antorchista, Tantoyuca; terminación del centro de salud en la localidad El Crucero municipio de Filomeno Mata y del auditorio en la colonia Fraternidad Antorchista de Poza Rica; rehabilitación del camino Arroyo Zarco-Vega de San Marcos e infraestructura educativa para el Bachillerato “José Vasconcelos, municipio de San Rafael; conclusión del centro de salud con servicios ampliados (CESA) en la cabecera municipal de Ayahualulco y dotación de vivienda a las familias que fueron desalojadas brutalmente del fraccionamiento Villas Xalapa, por la policía estatal; construcción del sistema de agua potable en las colonias Aquiles Córdova Morán del municipio de Medellín, Aquiles Córdova en Antón Lizardo y Unidad Antorchista en Mandinga, municipio de Alvarado; construcción de infraestructura carretera en la sierra de Zongolica; terminación del centro de salud en Laguna de Majagual, Ángel R. Cabada y de la red de agua potable por gravedad en la cabecera municipal de Catemaco; conclusión del CESA de la cabecera municipal de San Pedro Soteapan y de la brecha del maíz, en el tramo La Magdalena-Catemaco.
Como ya dije, estos son solo algunos ejemplos, pero en el pliego petitorio son muchas las obras planteadas de carácter educativo, de regularización de vivienda, de apoyos al campo, de electrificaciones, etc. Este tipo de obras tan indispensables para el pueblo no se van a resolver con las tarjetitas que andan repartiendo los “Siervos de la Nación” entre algunos sectores de la población, tarjetitas que el presidente López Obrador muestra en los eventos públicos como la salvación a los problemas de pobreza entre los mexicanos, este tipo de necesidades de la gente, requieren inversión de recursos de parte del gobierno, pero todo parece indicar que éste quiere deshacerse de estos compromisos a los que está obligado por ley, engañando a la población con diversas mentiras.
La gente no puede vivir sin agua potable y drenaje en sus pueblos y colonias, sin electrificación, sin pavimento en las calles, sin centros de salud y hospitales, sin escuelas, sin carreteras que los comunique con las ciudades y sin vivienda; por lo que el gobierno está obligado a hacerlas, independientemente de que ande repartiendo dinero en efectivo, razón por la cual los antorchistas veracruzanos ya tenemos planeada una movilización con 7 mil almas que partirá del Teatro del Estado, recorrerá varias calles del centro de la ciudad y concluirá frente a Palacio de Gobierno.
Ojalá y el gobernador se disponga a atender y resolver las demandas de la población necesitada, de lo contrario, a la opinión pública le quedará claro que él es el culpable de la irritación popular y de las movilizaciones de la capital del estado.