Hace un año, por la noche, festejábamos en Veracruz los resultados de la elección que ratificó a Morena y a nuestros aliados como la opción política de una amplísima mayoría de veracruzanas y veracruzanos.
De esa elección surgió la actual Legislatura, en la que tengo el honor de servir por segunda ocasión como presidente de la Junta de Coordinación Política. Además, retuvimos o ganamos por primera vez alcaldías emblemáticas como Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Minatitlán y Tuxpan, entre otras.
Hoy, nos toca festejar nuevamente. Morena y aliados triunfamos en cuatro de los seis estados donde ayer hubo elección.
Esta mañana, observo el mapa de la distribución política del país. Con Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, ya contados como Morena, una enorme superficie guinda se extiende desde el rumbo de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y desde la Península de la Culebra, Colima, hasta la Bahía de Chetumal, Quintana Roo, colindante con Belice.
Sólo un contorno azul rompe la uniformidad. Es Yucatán, que seguramente se volverá guinda en el 2024. Otro contorno rojo prácticamente rodea a la Capital del país: el Estado de México, que será la batalla crucial del 2023 y cuya anexión a las filas de Morena es prácticamente seguro que estaremos festejando dentro de un año.
El noroeste también es guinda. La Península de Baja California, el Golfo de California y hasta Nayarit. De hecho, con excepción de Jalisco, toda la costa del Pacífico, desde la frontera con Guatemala a la frontera con Estados Unidos, es guinda.
Si fuera el mapa de una guerra, diríamos que los rojos, azules y naranjas lo están pasando muy mal y que en los próximos dos años les viene lo peor.
Personalmente, los triunfos de Tamaulipas y Oaxaca me provocan una satisfacción especial.
En Oaxaca, porque conozco a Salomón Jara y me consta de primera mano su temple de hombre de bien, que ama a su Estado, que está convencido del proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador y que sabrá gobernar a Oaxaca con honestidad y eficacia.
Y en Tamaulipas, porque hasta orden de aprehensión me sacaron para evitar que yo fuera a hacer campaña, con un grupo de compañeras y compañeros de Veracruz, y aun así fuimos. Hoy sentimos el triunfo de Américo Villarreal como si fuera nuestro. Américo rescatará a un Estado que por décadas ha estado en manos de Gobernadores delincuentes.
Así que este es un muy buen día para Morena y para el país. La transformación de México sigue su marcha por buen camino.
P. D. Nos vemos en Coatzacoalcos el jueves para la Sesión Solemne del Congreso.
Diputado Local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.